La administración de propiedades puede ser la diferencia entre un negocio inmobiliario exitoso y otro que no lo es. Sin embargo, para lograrlo es necesario conocer qué es y cómo funciona.
Debido a que la administración es el conjunto de funciones que se requieren para lograr una correcta gestión de recursos y alcanzar un objetivo, en bienes raíces esta actividad podría ser fundamental al momento de planificar las estrategias para alcanzar tus objetivos inmobiliarios.
Un ejemplo de esto es la compraventa de una propiedad en el menor tiempo posible o el arrendamiento. Si bien, puedes comenzar tu negocio inmobiliario sin ningún plan en concreto, lo mejor es que cada uno de los preparativos para el arrendamiento o la compra estén bien planificados hasta el final de la transacción.
Es por esta razón que, para entender qué es la administración de propiedades y cómo puedes aplicar este concepto, te compartimos información que podría ser de utilidad para crear un plan de acción y conseguir que la gestión sea una preocupación menos.
¿Qué es la administración de propiedades?
La administración de propiedades o administración inmobiliaria es la realización de ciertas actividades que permitirán una correcta gestión de bienes inmuebles propios o ajenos. Estas actividades involucran etapas iniciales como el análisis de mercados, antes del arrendamiento o la venta, y etapas finales como la supervisión de pagos o que el pago se haga correctamente.
Es común que los dueños de propiedades acudan frecuentemente con asesores inmobiliarios para esta labor, sobre todo si tienen una cartera amplia de propiedades. Sin embargo, aunque este sea tu primer negocio inmobiliario, no puedes dejar de lado todos los procesos que implican una buena administración.
Estas tareas, que intervienen en el proceso de administración de propiedades, son:
- Análisis del mercado inmobiliario
- Realización de trámites legales
- Prospección de los interesados y gestión de los mismos
- Validación de inquilino o comprador
- Revisión de contratos y acuerdos
- Administración de pagos
¿Cómo llevar a cabo una buena administración de propiedades?
- Planifica las etapas de la transacción
- Reúne un equipo capacitado
- Organiza la información del inmueble y los prospectos
- Agenda las actividades más importantes
Planifica las etapas de la transacción
El primer paso para una buena administración de propiedades es la planificación. Aunque es cierto que no puedes predecir con exactitud el tiempo en que se rentará tu inmueble o si la persona que elijas como comprador o arrendatario será la correcta, si puedes tomar en consideración todas estas variantes y planificar tus movimientos.
El punto principal es llevar el registro de las actividades que has realizado para alcanzar tu objetivo, que puede ser rentar o vender, y a partir de eso elegir diferentes tipos de acción. Planifica lo que necesitarás primero, por ejemplo, si tienes que remodelar la propiedad o sí antes, debes poner al corriente todos los pagos y documentos legales que avalan que eres el propietario.
Después decide cuáles serán los pasos siguientes para que este inmueble pueda ser ocupado. Puedes comenzar a establecer objetivos a corto plazo en las actividades hasta lograr la firma del contrato.
Reúne un equipo capacitado
Sin importar que tipo de transacción hagas, necesitarás apoyo de abogados, notarios y valuadores, también deberás buscar con anticipación a estos profesionales y tener sus contactos. Busca recomendaciones de tus conocidos o consulta sitios en Internet. Recuerda revisar las opiniones de quienes han contratado sus servicios y, si es posible, también investígalos.
Esta etapa deberás hacerla con anticipación, si quieres que esa transacción inmobiliaria se haga en el menor tiempo posible. Haz cotizaciones y pregunta por sus servicios. No dejes de lado ningún dato que pueda ser de utilidad para que en un futuro contrates sus servicios.
Organiza la información del inmueble y los prospectos
La organización será clave, pues estarás recolectando diferente información. Estos datos podrían ser del inmueble, de los profesionales que te apoyarán y de los interesados en la propiedad. Busca un sistema donde puedas identificar a qué etapa pertenece la información y haz un registro en caso de que la llegues a necesitar.
Para esto, puedes utilizar tablas de Excel o agendas. Para hacer más práctico, este proceso solo conserva la información relevante, por ejemplo, la lista completa de los profesionales que elegiste o los datos de personas que realmente están interesadas en la vivienda.
Una vez que se haya rentado o vendido el inmueble, guarda los recibos de pago o lleva un registro del pago de rentas. Esto con la intención de que conozcas a fondo las ganancias que estás recibiendo.
Agenda las actividades más importantes
Cuando uno de tus prospectos esté listo para comenzar el proceso de arrendamiento o de compra, agenda las actividades y crea recordatorios con anticipación de tus citas o de las actividades que debes completar antes de la firma del contrato.
Evita que se te pase alguna fecha y organízate. Agenda cosas como el día para ver a tu abogado con anticipación, antes de presentarle el contrato al cliente, o las fechas para realizar el cobro de renta en tiempo y forma.
¿Qué opciones tengo para la administración de bienes raíces?
Si crees que toda la preparación, organización y gestión de las transacciones inmobiliarias es demandante y no cuentas con el tiempo suficiente para prestar atención a cada uno de estos procedimientos, puedes contratar a un administrador profesional en cualquiera de las siguientes opciones:
- Inmobiliarias
- Empresas de administración inmobiliaria
Estas instancias podrán encargarse de cada etapa para que tus inmuebles estén listos para el cliente. Ellas se encargarán de cosas como la fotografía y la correcta distribución de tus anuncios en la red.
Además, al tratarse de profesionales inmobiliarios, no tendrás que preocuparte de los asuntos legales del proceso, solo de disfrutar las ganancias de la operación. Recuerda que la correcta administración de bienes raíces te ayudará a conseguir los resultados que esperas, al igual que un buen contrato.
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