¿Estás por firmar un contrato de arrendamiento? Si quieres llegar a un acuerdo con respecto al precio, ten en cuenta los siguientes puntos que debes evitar al momento de la negociación y descubre qué debe tener un contrato de alquiler para ser legal.
Si te encuentras en una situación en la que necesitas rentar algún inmueble, pero estás pasando por alguna complicación financiera que te impide reducir el precio de la renta o alguno de tus prospectos te pide negociarlo por cuestiones financieras, entonces te verás en la necesidad de negociar el precio.
Como se ha mencionado, “en la forma de pedir, está la de dar”. Es por este motivo que Vivo de Mis Rentas, te brinda consejos acerca de las cosas que debes evitar al hacer una negociación con respecto al precio de arrendamiento para tus arrendatarios.
Asimismo, más adelante, te contamos qué debe tener un contrato de alquiler para ser legal y no lidiar con conflictos que involucren abogados en el futuro.
Cosas que nunca debes hacer al negociar el precio de arrendamiento:
- Anular cláusulas
- No establecer una cantidad realista
- No ser honesto con respecto a los motivos
- No ser objetivo
- No ser flexible
Anular las cláusulas
Algo que debes tomar en cuenta es que, al realizar una negociación de precio de arrendamiento, no debes cancelar, modificar o anular alguna de las cláusulas establecidas.
Si necesitas reajustar el precio de alquiler, o bien, tu inquilino solicita algún tipo de modificación, no resulta justo el hecho de cambiar cláusulas preestablecidas sin consenso previo.
Restar derechos a tu arrendatario por negociar el precio del alquiler puede considerarse un abuso de poder.
No establecer una cantidad realista
Al negociar el monto del alquiler, es sumamente importante que ambos sean realistas con el precio acordado.
Como arrendador, no puedes modificar el precio más del 10%, así como tu arrendatario, no puede solicitarte un descuento de más del 15%.
Lleguen a un acuerdo con una cifra realista que no afecte significativamente a alguna de las dos partes. Toma en cuenta las posibilidades de tu arrendatario, y sobre todo, si ha sido un buen inquilino, recuerda siempre accionar desde la empatía.
No ser honesto con respecto a los motivos
Lo primordial al momento de negociar es la sinceridad. Si hablas con la verdad y expones de manera honesta los motivos por los que el monto debe ser modificado, será más fácil llegar a acuerdos y que tu inquilino entienda y acepte tu propuesta.
Sin embargo, si optas por mentir, puede resultar por demás desfavorable, ya que podrías comprometer tu relación con tu arrendatario. Asimismo, si es él quien quiere modificar la cifra, deberás exigir que se negocie con la mayor honestidad y sinceridad posible.
Habla siempre con la verdad, y expón los motivos reales por los que el precio de renta debe modificarse y evitar futuros conflictos. Por ejemplo, si el consumo de agua o luz se incrementó a causa de la inflación, será necesario que solicites un aumento en el alquiler.
No ser objetivo
De la misma forma, si no eres claro al hablar con tu arrendatario, titubeas y no propones con certeza la cantidad de alquiler que debes cobrar, siempre y cuando sea realista, el inquilino podría negarse a la negociación.
Al mismo tiempo, puedes proponer cosas que puedes ceder si es que acepta la negociación del precio; por ejemplo:
- Hacerte cargo del mantenimiento en áreas comunes y jardines.
- Pagar los servicios que son anuales como el agua, predial, etc.
Debes llegar con un argumento objetivo para que resulte más conveniente para tu casero ceder a la negociación.
No ser flexible
Finalmente, debes estar de acuerdo con las condiciones que proponga tu arrendatario para la negociación del precio, ser flexible con respecto a sus intereses, el aumento o la reducción del precio y sus motivos. Si no resulta en una negociación justa podría considerarse que son cláusulas abusivas.
Deberás tener en cuenta que si accedes a una negociación con tus inquilinos deberás solicitarles el pago puntual sin prórrogas, así como el pago adicional del mantenimiento y cuidado de áreas específicas.
¿Qué debe tener un contrato de alquiler para ser legal?
Lo que debe tener un contrato de alquiler para ser legal es lo siguiente:
- Nombres del arrendador y arrendatario.
- La ubicación exacta del inmueble.
- Descripción a detalle de toda la casa, las instalaciones y amenidades del área a alquilar, si se encuentran en buen estado, si cuentan con una falla previa a la llegada del inquilino, entre otras.
- El monto total de la renta.
- La duración exacta del contrato.
- La fecha en la que terminará el contrato.
- Firma del arrendador, arrendatario y si existe un intermediario.
Ahora sabes cuáles son las cosas que debes evitar para poder lograr una negociación exitosa con tu arrendatario, asimismo, qué debe tener un contrato de alquiler para ser legal.
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